El Split testing o test por redirección consiste en comparar varias versiones de un mismo elemento para comprobar cuál de esas dos versiones funciona mejor. Podemos decir que el Split testing es un tipo de A/B testing, pero no se trata de un test A/B, aunque es bastante similar.
Cuando creas un test por redirección, el tráfico de tu página se divide entre las distintas versiones. La solución de A/B testing realiza un seguimiento al rendimiento de cada variación y genera un informe en el que se muestra todo tipo de información y cuál de las variaciones funciona mejor.
La diferencia entre un test por redirección y un test A/B
A diferencia de un test A/B que necesita una plataforma de A/B testing para crear las distintas variaciones, los test por redirección, simplemente comparan el rendimiento de dos URL distintas. Los test por redirección, por tanto, pueden requerir la involucración de tu equipo técnico.
Además, si bien al realizar test por redirección puedes evaluar el rendimiento de cualquier cambio, tanto diminuto como un gran cambio en la página, lo normal es escoger este tipo de test cuando se realiza un gran cambio en una página como un rediseño del sitio web o cualquier otro cambio significativo.
Al realizar grandes cambios en tu sitio web, muy a menudo necesitarás realizar cambios que involucren a tu equipo técnico. Es por esto que los test por redirección son la mejor solución también cuando se realizan cambios en el back-end.
Pasos cruciales para una buena campaña de test por redirección
Paso 1: Analiza los datos de tu sitio web
¡Datos, datos, datos! No nos cansaremos de repetirlo. Los datos son lo más importante. Una buena campaña de testing, no importa de que test se trate, siempre necesita empezar con un buen análisis de los datos de tu sitio web. Puedes usar herramientas de analítica web como Google Analytics o cualquier otra para encontrar los puntos débiles de tu embudo de conversión, analizar la tasa de rebote e incluso las páginas que mejor funcionan de tu sitio web. Todo esto te ayudará a determinar los distintos aspectos que puedes mejorar y a priorizar tus ideas.
Paso 2: Formula una buena hipótesis
Un test por redirección o Split test (o cualquier otro tipo de test) nunca debe basarse en opiniones personales o nuestros propios sentimientos. Es importante que bases tu hipótesis en datos recogidos del paso anterior. Cuando identifiques un problema, plantea una posible solución y un objetivo a conseguir.
Esto es un ejemplo de una hipótesis de test perfecta:
- Plantéate una pregunta y piensa una respuesta apropiada. Pregunta: ¿Por qué no se están suscribiendo mis usuarios a la newsletter? Respuesta: Nadie se suscribe porque el formulario no está bien situado y nadie lo ve.
- Propón una solución. Más usuarios se registrarían si sitúo el formulario en la página de inicio y en una buena posición.
- Finalmente, define tu objetivo. Consideraré que el cambio ha sido positivo si consigo aumentar los registros en la newsletter en un 10% en un mes.
Paso 3: Testea tu hipótesis
Llegados a este punto, es cuando tendrás que crear una variación y compararla con la versión original del sitio web usando la plataforma de A/B testing. Sabrás cual de las dos funciona mejor cuando obtengas el informe del test al finalizar la campaña, también podrás comprobar los mismos datos en tu herramienta de analítica web.
¿No sabes cuántos usuarios necesitas para realizar un test? Usa nuestra calculadora de test A/B
Paso 4: Toma decisiones en base a datos
¿Qué variación de tu página web ha conseguido una mayor tasa de conversión? Las herramientas de A/B testing avanzadas como AB Tasty te ofrecen estadísticas Bayesianas, las cuales te mostrarán el impacto de cada variación en la tasa de conversión.